

Un viaje por Europa no puede estar completo si no se pasa por Francia. En especial por Paris, para muchos considerada como la capital del continente. Pero el país galo es mucho más que la ciudad luz. Nosotros pisamos cuatro veces Francia y aún así nos quedaron muchos lugares pendientes y, por supuesto, muchas ganas de volver.
Les dejamos los lugares por donde anduvimos por si planean visitar el país y necesitan algunos tips:

-
París
-
Versalles
-
Pirineos (Villafranche, Prades, Bages)
-
Argeles Sur Mer
-
Colliure
-
Niza
-
Monaco
-
Cannes
-
Marsella
-
Montpellier
-
Arles
PARIS: navidad en la ciudad luz
Qué decir de París que no se haya dicho o escrito? Es todo lo que dicen y más. Llegamos unos días antes de navidad y toda la ciudad estaba decorada para las fiestas, realmente precioso, sobre todo las tradicionales galerías Lafayette.
Vamos a tirar algunos consejos de lo que, para nosotros, no se pueden perder en París:
-Pasear por la zona de Montmartre, ver el Sacre Cour y recorrer la plaza del Tertre.
-Recorrer la zona roja con el mítico Mouling Rouge.
-Cruzar los Jardines de Luxemburgo y caminar los Champs Elysses desde la Plaza de la Concordia (lugar donde ejecutaron a muchas personas en la revolución francesa, incluida Maria Antonieta) hasta llegar al Arco del Triunfo.
-Visitar y subir a Notre Dame para ver las quimeras y una vista increíble de Paris.
-Ir al Museo del Louvre, dedicarle un día entero si planean visitar las tres alas (Denon, Richelieu y Sully).
-Pasar por la Sorbona y adentrarse en el Barrio Latino (conocido así porque en un comienzo la universidad enseñaba latín).
-Tomarse el metro hasta Trocadero, subir a la Torre Eiffel (se puede ir hasta arriba de todo, para que sea más barato pueden ir al 2do nivel por escaleras y luego ascensor hasta la cima) y finalmente descansar un poco en los Champs de Mars.
-Caminar junto al Sena.
-Visitar el Hotel de los Inválidos y el Phanteón.
-Pasar por la ópera Garnier y meterse en las galerías Lafayette.
-Si les gusta la historia ir hasta la plaza de la Bastilla, donde comenzó la revolución de 1789.
-Para los que no tengan claustrofobia las catacumbas son muy interesantes, son antiguas minas convertidas en cementerio en 1786. Se calcula que albergan los restos de aproximadamente 6 millones de personas.
VERSALLES: el palacio real
Versalles fue mandado a construir por Luis XIV para alejarse de París y sus problemas. Se convirtió en la residencia de la realeza francesa sustituyendo así al Palacio del Louvre (hoy museo) hasta el fin de la misma en 1789 con la revolución francesa.
Para visitar el palacio se puede ir y volver en el día desde París utilizando el tren. Estén atentos ya que hay muchos ramales y es muy fácil perderse, se los decimos por experiencia propia.
Vayan temprano ya que suele haber mucha gente y el recorrido tanto del palacio principal como de los jardines lleva bastante tiempo. Con la entrada de 15E está incluida la audioguia, Para evitar la fila pueden sacar la entrada por internet http://billetterie.chateauversailles.fr/
Mientras se recorre el edificio es como viajar en el tiempo, la mesa larga de banquetes, el salón de baile, la capilla, la ópera, las habitaciones de los reyes, alucinante.
Los jardines merecen otro punto y aparte. Muy cuidados, con fuentes ornamentadas y de gran extensión. Casi en el fondo se encuentran el Gran y Pequeño Trianon, mandados a construir por María Antonieta.
PIRINEOS: route barrée!!!!
Cuando nos vinieron a visitar los viejos de Her a Barcelona decidimos alquilar un auto y pasar un par de días en Andorra. Para ello teníamos que ir por la ruta de los Pirineos, que es del lado de Francia. En el camino veíamos cada tanto carteles que indicaban “Route barrée”, lo cual desconocíamos el significado, pero sabíamos que cerrado en francés es fermé así que seguimos viaje.
Pasamos por Villafranche, una localidad muy pequeña que está amurallada, con calles pintorescas, realmente muy lindo lugar para hacer un parate en medio del viaje.
Otra parada fue en Bages, un simpático pueblo con varias vinotecas. Esta ruta también forma parte de la ruta del vino.
La ruta atravesaba paisajes realmente hermosos y cuando ya estábamos cerca del destino nos topamos con una barrera infranqueable y el enorme cartel “Rute barré”. Retomamos hasta el pueblo más cercano y nos informaron que hace unos días cerraron la ruta debido a unos derrumbes, así que barré y fermé son sinónimos!!!!! De todo se aprende, aunque sea de la peor forma.
Tuvimos que improvisar y hacer noche en Prades y al otro día hacer playa en lugar de montaña.
ARGELES SUR MER: la ciudad de Hércules
Según la leyenda esta ciudad fue fundada por el mismísimo Hércules. Dato que desconocíamos ya que llegamos casi de casualidad luego del frustrado viaje a Andorra.
Argeles es una pequeña ciudad costera, con amplias playas, rodeadas de restaurantes y locales coloridos. Si bien Francia tiene playas más lindas, bien merece una visita.



NIZA: Lujo y yates en la Costa Azul!
Es la ciudad más grande de la Costa Azul. Fue parte de Italia (está a sólo 30 kms) hasta finales del siglo XIX cuando es tomada por los franceses.
La ciudad recibió mucha inmigración rusa a finales del siglo XIX y principios del XX. En 1863 llega el príncipe heredero ruso Nicolás Aleksandrovich, quien dos años más tarde muere de una meningitis. En el lugar donde murió en 1912 se construyó la Catedral Ortodoxa Rusa de Saint Nicolas. El edificio es realmente muy lindo y vale la pena darse una vuelta.

Si esperan lindas playas seguramente se lleven cierta decepción, son más bien chicas y con más piedras que arena.
Niza tiene un lindo casco antiguo con un mercado de flores, la Opera y las ruinas de un pequeño Castillo que esta en una colina desde donde la vista a la ciudad es preciosa.
![]() | ![]() | ![]() |
---|
Por supuesto que al ser una ciudad grande cuenta con su Catedral, de 1649.
La plaza Garibaldi y la plaza Massena, donde hay una fuente danzante, son las dos princpales de la ciudad.
Tranquilamente se puede recorrer en un día, salvo que quieran pasarse unas horitas tirados en la playa.
Dónde dormir: paramos en Hostel Baccarat, de lo más económico que encontramos y no estaba mal (20E) 39 Rue Angleterre. Lo bueno es que está a sólo dos calles de la estación de tren.
MONACO: El inodoro gira!!!
No hay nada más fácil que ir de Niza a Mónaco. Salen trenes cada media hora y tarda unos 20 minutos. Nosotros optamos por quedarnos en Niza e ir y volver en el día al principado, teniendo en cuenta que el alojamiento en Niza suele ser más barato.
Monte Carlo es una ciudad atrapada entre la montaña y el mar. Ni bien llegamos pasamos por un pasillo que recorría por dentro una montaña y ya empezamos a ver la opulencia del lugar: mármol por todos lados y publicidades de las marcas
más importantes.
El Palacio está en la cima de una colina, desde donde se ve el puerto de Mónaco que está lleno de barcazas a remo…. Justo! Creo que el barco más chico era cinco veces nuestro departamento!!!
También en la parte alta está el oceonográfico, la catedral y los jardines.

Se puede bajar en ascensor (gratis) hasta el famoso Casino de Monte Carlo. Ya el lobby es gigante y muy lujoso, y hasta ahí se llega salvo que quieran apostar. Eso sí, hay un mínimo de apuesta. Lo que sí, no podíamos irnos sin ver los baños.
Grandísimos y llenos de mármol, pero lo que más nos sorprendió fueron los inodoros (en ese punto ya parecíamos los Beverly Ricos paseando por Mónaco). Luego de hacer las necesidades apretas el botón y la tabla del inodoro comienza girar pasando por un aparato que la limpia dejándola brillante!
CANNES: CINE, PLAYA Y LUJO
En plena Costa Azul es famosa por el festival de cine que junta a todas las estrellas de Hollywood. Si paran por Niza o alguna otra ciudad cercana tranquilamente se puede hacer en medio día, salvo que también quieran visitar la isla de Lerins.
Qué ver:
-Pasear por el Boulevard de la Croisette: bordeando la costa se pueden encontrar locales de ropa, joyerías y cafés. En fin, un compendio de cosas inalcanzables para el bolsillo de un mochilero, pero que es interesante para ver. Hay varios hoteles históricos, como el Martínez y el Carlton, famoso por sus cúpulas en cada extremo. Durante la Segunda Guerra Mundial los periodistas pidieron por favor que no fuera bombardeado ya que lo consideraban el mejor hotel del mundo.

-Playas: las más céntricas son las que están frente al boulevard de la Croisette. Más alejadas están las de la zona de La Bocca.
-Recorrer el casco antiguo. Se encuentra en la parte elevada de la ciudad y ademas de sus bellas calles que sube y bajan, hay increíbles vistas de la playa y del paseo costero.

En toda la ciudad hay referencia al famoso festival de cine que se realiza anualmente. En las inmediaciones al predio del festival hay un paseo de la fama donde muchas figuras de Hollywood y del cine europeo tienen su estrella acompañado de sus huellas.
Una buena opción para pasar el día es ir al puerto y tomarse un barco hacia las islas Lerins, que están justo enfrente. En la isla Saint Marguerite hay una pequeña ciudadela muy bonita que fue utilizada como prisión y, en ese periodo, alojo por once años a un huésped famoso: el Hombre de la Mascara de Hierro. Ademas hay varios senderos para recorrer la isla y pasar por alguna de sus playas y una pequeña laguna interna.

MARSELLA: LOS COLORES DEL VIEUX PORT
Es el primer puerto comercial de Francia, en importancia e historia, además de ser la más antigua de sus grandes ciudades. Alexander Dumas la calificó como el punto de encuentro de todo el mundo. Sin dudas, es una de las puertas de Europa. En especial para África.
Qué ver:
-Vieux Port: como dice el nombre es el puerto viejo de Marsella. Tiene forma de U alargada, bordeado de bares, restaurants y hoteles. En cada uno de sus extremos hay fortificaciones donde se puede subir y tener buenas vistas del puerto y la ciudad, vigilada desde lo alto por Notre Dame de la Garde. También se ve la Basilica St Victor, una iglesia fortificada del siglo XV a orillas del mar.

Desde el puerto salen barcos hacia el Chateau de If, castillo del siglo XV ubicado en una isla, que funcionó por un tiempo como prisión y fue el lugar que eligió Dumas para ubicar al Conde de Montecristo en su novela. También fue por un periodo la cárcel del hombre de la máscara de hierro.
También salen excursiones a los cayos, ideales si van en época de verano. Si no quieren pagar excursión pueden tomarse un bus hasta la zona y hacerlo por su cuenta.
-Vieille Charité: es un hostipal del siglo XVII diseñado por Puget, quien era el arquitecto de Luis XIV. Tiene una basílica en el medio con una cúpula ovalada. Estuvo a punto de ser destruida, pero la salvo el arquitecto Le Corbusier.
-Catedral de la Mayor: es de 1893, tiene un estilo neobizantino espectacular. Una mezcla alucinante entre oriente y occidente. Que sorprenda una catedral en Europa, donde hay miles de todo tipo y tamaño, es mucho decir.

-Casco antiguo: está en una colina al costado del Viuex Port.
-Mercado callejero: cerca del puerto, en un barrio con mayoría de argelinos (se le suele decir la pequeña Argelia). Se pueden conseguir frutas, pescados, carnes y comidas elaborados.
Información útil:
Por lo caro que son los trenes en Francia llegamos desde Cannes en bus. Nos dejó en una zona alejada, por el lado del puerto industrial, pero desde ahí nos tomamos un tram y enseguida se llega al centro. Toda la ciudad está muy bien conectada por la red de tram. Los billetes se pueden sacar en la misma estación ya que hay maquinas y arriba del vagón hay otras para convalidarlo (ojo que vimos varios controles).
Lo ideal es parar lo más cerca del Vieux Port o también se puede recorrer en un día.
MONTPELLIER: el huevo de la comedia
Es una ciudad relativamente nueva, ya que se fundó recién en el S VIII, debido a los ataques piratas que solía recibir Magalona durante la Edad Media. Por eso eligieron un lugar más retirado de la costa. En el S X pasó a tener más importancia gracias a los condes de Tolosa y el comercio que se generaba y hasta llegó a ser la capital del señorío de Montpellier por cuatro siglos (975-1349).
En la actualidad es una ciudad que no para de crecer desde hace 50 años. Se estima que 12 mil personas eligen está ciudad cada año como nuevo hogar, principalmente provenientes del norte de África.
No es grande y se la puede recorrer perfectamente en un par de días.
Qué ver:
-La Place de la Comédie: el corazón de Montpellier, esta enorme plaza ovalada es una parte clave de la ciudad desde hace más de 250 años. Conocida por los locales como L´Oeuf (el huevo), por su forma, está rodeada por hermosos edificios, la mayoría del S XIX. En la plaza vale la pena ver:
-
Fuente de Las Tres Gracias: está ubicada en el centro de la plaza.
-
Opera Comédie: este edificio del S XIX es aún hoy sede de conciertos de música clásica y ópera. La fachada es imponente, con columnas y ventanales inmensos.
-
Carrousel: como la mayoría de grandes plazas francesas, en esta también hay un hermoso carrousel que le otorga un encanto particular.
-
La plaza está rodeada de bares y bistro para sentarse a comer y tomar algo. También en una de sus esquinas está el Polygone, un gran mal.
-Catedral de Saint Pierre: del S XIV, su hermosa fachada una fortaleza. Fue ampliada en el S XIX. La parte que anteriormente funcionaba como monasterio hoy hospeda a la universidad de medicina.
-Promenade Peyrou: es un lindo parque para dar una vuelta. Acá se halla la Torre Monumento y se llega a ver el acueducto de la ciudad.
-Arco del triunfo: uno de las joyas de la ciudad. También conocido como Port de Peyrou, fue diseñado por el arquitecto Francois D´Orbay a finales del S XVII. Se encuentra junto al acueducto, en una de las puertas de la muralla. Enfrente está el Palacio de Justicia.
-Centro Histórico: vale la pena recorrer las serpenteantes calles de la ciudad y pararse en alguno de los cafecitos o boulangerie a comer algo. Vale la pena recorrer el barrio de Antigone, por la plaza Paul Bec hasta la Tesalie.

ARLES: GRIEGOS, ROMANOS Y VINCENT
El primer asentamiento fue una colonia griega, que después paso a manos romanas. Llegó a ser llamada ´la pequeña Roma´, ya que acá construyeron astilleros, baños, hipódromo y circo. Fue la capital de las 3 Galias (Francia, España y Gran Bretaña).
La ciudad es chica y preciosa, en un día se puede recorrer perfectamente y sin necesidad de ningún medio de transporte. A cada paso vas descubriendo cosas nuevas. Y si van un domingo hay un mercado de comida alucinante, super recomendable para probar las delicatesen locales.
A finales del siglo XIX Van Gogh vivió en esta ciudad. Fueron sólo dos años (1888-1889), pero comprendieron la etapa más prolífica del pintor. Mientras residía acá envió decenas de cartas a su hermano, se cortó la oreja e hizo importantes obras, como La habitación de Arles.
Qué Ver:
-Theatre Antique: sólo quedan dos columnas de lo que fue el teatro romano más grande de todo Galia. Tenía capacidad para 10 mil personas. Se puede entrar (pagando) o bordearlo y tener una vista panorámica del teatro de forma gratuita J.
-Place de la Republique: en esta plaza se encuentra el obelisco egipcio del siglo IV. Acá también está el Ayuntamiento (Hotel de Ville) de Arlés y la Catedral de San Trófimo, cuya fachada representa el Apocalipsis. Por el Ayuntamiento se accede al Cryptoporticus, las galerías subterráneas que servían de almacén.
-Espacio Van Gogh: una suerte de claustro donde vivió el artista e incluso fue la inspiración de uno de sus cuadros. En toda la ciudad de Arlés hay obras del pintor en el punto de perspectiva exacto donde se inspiró. Es decir, uno puede ver el paisaje real y luego observarlo a través de los ojos del autor pos impresionista más importante de la historia.
-Anfiteatro Romano o las Arenas: finales del S I, tomó como inspiración al Coliseo de Roma. Tiene dos niveles sin comunicación entre sí (para que la clase baja no se me mezcle con la alta) en los que llegaban a entrar unas 25 mil personas.
-Casco antiguo: los alrededores del anfiteatro son para caminar y perderse, lleno de callejuelas coloridas, pequeñas tiendas, cafés y boulangeries.

Información útil:
Hay trenes desde Monptellier y otras ciudades importantes, pero como casi siempre en Francia son bastante caros en comparación a lo corto del trayecto. Si no cuentan con auto una de las mejores opciones es compartir uno a través de la web Bla Bla Car.
Otra forma de viajar barato en Francia es el bus, aunque no tiene todos los trayectos. Por precio, servicio y puntualidad les recomendamos la empresa Flix Bus. Sacan el pasaje por internet y en el punto de recogida con el apellido basta, super fácil.


-El barrio de Montmartre en París.
-Ver a París decorada de Navidad.
-La vista de Paris desde Notre Dame.
-El lujo y la belleza de la Costa Azul.
-El hallazgo de Colliure.
-La gastronomia francesa.
-Arles y su feria dominical.
-El puerto de Marsella.
-Alguna situación de inseguridad en la noche de París.
-Las largas filas para acceder a algunos monumentos.
-La falta de festejo por Navidad.
-La suciedad en las calles de Marsella y Montpellier.