

Fue uno de los países que más nos sorprendió de Europa. Su historia, su cultura, los paisajes naturales, las ciudades, el arte callejero…
Entramos y salimos de Alemania en 4 oportunidades, así que es difícil hacer el mapa de ruta, pero acá va el intento:

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Konstanz
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Fussen
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Schwangau
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Munich
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Berlín
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Sachsenhausen
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Postdam
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Hamburgo
KONSTANZ: Descubriendo Alemania
La ciudad está a orillas del lago Konstanz o Bondensee. Su centro histórico tiene calles peatonales y sus edificios presentan fachadas con pinturas (algo bastante típico del sur de Alemania). La entrada a la ciudad, tipo fortificación y la torre antigua sobre el río Rheim son muy bonitas.
Si están cerca vale la pena desviarse un poco del recorrido y visitarla.
FUSSEN y SCHWANGAU: Mamá Oso y su castillo
Fussen es una localidad chica, pero encantadora.
Igual que en Konstanz por el casco antiguo veíamos la costumbre del sur de Alemania de pintar con figuras las fachadas de los edificios, una de las más impresionantes es la de la farmacia “Aphoteque”.
Al día siguiente nos esperaba el castillo de Neuschwenstein. Desde el pueblo hay que tomarse el bus 73 o 78, que paran frente a la estación de tren (1,60E). En 10 minutos ya estábamos en Schwangau.
En la parte inferior del pueblo está la boletería donde se compra la entrada para subir al castillo (8E). Las entradas son con horario y se especifica el idioma para la audioguia. Teníamos que esperar poco más de una hora para nuestro turno así que nos pusimos a recorrer el pueblo.
En la zona baja está el otro castillo, “Hohenschangaw”, no tan opulento como Neuschwenstein, pero también muy lindo.
Para subir hay 3 opciones: minibús, carroza o caminando. Optamos por la 3ra ya que obviamente es gratis y no parecía demasiado lejos. En 20 minutos ya estábamos esperando para entrar.
Éramos los únicos no taiwaneses de nuestro tour, cuando nos vieron en la entrada directamente nos encararon y nos dieron las 2 audioguias de habla hispana. Claramente no podía haber confusión.
Este castillo fue contruido por Luis II de Baviera, el “rey loco”. Se lo conoció así ya que la despojaron del trono por estar incapacitado mentalmente, aunque hay varias versiones conspiradoras. Reinó entre 1864 y 1886, aunque sin demasiado poder real. En 1886 fue a dar un paseo en bote por el lago que está debajo del castillo junto con su psiquiatra y jamás volvieron. En el lago hay una cruz que los recuerda.
El castillo es realmente impactante por fuera y por dentro. Habitaciones gigantes y lujosas con vistas espectaculares a las montañas y lagos. No está habilitado todo el edificio, sino más bien una pequeña parte, pero vale la pena. El tour dura unos 30 minutos y no se pueden sacar fotos en el interior.
Una vez afuera empezamos a recorrer los alrededores hasta llegar al puente Marienbrucke, desde donde hay una vista panorámica del castillo en medio del paisaje. Ideal para pasarse un buen rato sacando fotos, ya que también se ve el pueblo con el otro castillo.

Información útil:
Lo más normal es llegar en tren a Fussen haciendo combinación eb Buchloe.
No hay demasiado hospedaje así que las familias que tienen cuartos libres acostumbran alquilarlo a los turistas colocando el cartel “Zimmer Frei” (habitación libre) en las ventanas. Nos alojamos en la casa de Marieluise Schultz, a quien cariñosamente denominamos Mamá Oso, por su tamaño y su conjunto de polar naranja. 17 euros y con desayuno, impecable!
Dónde dormir: casa de Mamá Oso Weidachstrasse 28 Tel: 0049 8362 4596.
Munich: Oktoberfest!
Ya sé, estarán pensando “que bien lo planearon estos para caer en Munich justo durante la Oktoberfest”. Bueno, la verdad que no, fue pura suerte, el angel de los mochileros. Cuando fuimos a averiguar el tren hacia Munich la cajera nos advirtió que reservemos ya que en épocas de Oktoberfest se llenaban, recién ahí caímos.
Ya en el tren veíamos una gran cantidad de personas con la vestimenta típica alemana. Estuvimos apenas unas horas en Munich, ya que no era nuestra idea pasar por ahí, pero ya que estábamos en plena fiesta…
Dejamos las mochilas en los lockers de la estación y enseguida empezamos a recorrer. Arrancamos por el casco antiguo, el Rathaus, el mercado de frutas y manualidades y caminamos por la calle principal. Todo con muchísima gente por supuesto.
El predio donde se hace la Oktoberfest es enorme, en el predio Theresienwiese. Parece un parque de diversiones para gente adulta donde se vende mucho alcohol. Había autos chocadores, laberintos de espejo, zambas, en fin, juegos a los que yo no me animaría a subir borracho.
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BERLIN: de la guerra al arte callejero
Creemos que Berlín es una ciudad que amas u odias, no es muy de término medio. Nosotros la amamos.
El primer vistazo fue la Nueva Sinagoga con la famosa torre de tv de fondo. El arte callejero y los bares de la ciudad ya se empezaban a hacer sentir.
Cruzamos el río Spree para llegar al Berliner Dom, la catedral. Delante tiene una plaza en donde justo estaban haciendo una exposición de esculturas de Botero, ya que también se encuentra en frente el Altes Museum.
Caminando por Unter Den Linden, una de las avenidas más importantes, está el Monumento a la Memoria o Monumento a los judíos de Europa Asesinados, esos famosos cubos de hormigón que homejean a las víctimas del Holocausto desde el 2005.
También allí está la Universidad Humboldt y la tristemente celebre plaza de los libros quemados.
Está avenida termina en el Reichtag (Parlamento), con su cúpula de vidrio y la enorme Puerta de Brandemburgo. La puerta fue construida entre el 1788 y 1791, en el reinado de Federico Guillermo II imitando la puerta de acceso a la Acrópolis de Atenas. En 1806 la imagen que tiene encima fue robada por Napoleón después de la batalla de Jena y la llevó a París para exhibirla, pero antes que eso pasará fue derrocado. Tropas alemanas recuperaron la estatua y le agregaron una cruz de hierro.
Hasta 1918 sólo podían utilizar esta puerta miembros de la familila real y sus invitados. En la IIGM la puerta sufre muchos daños y la estatua es practicamente destruida. Luego de la guerra fue reconstruida, pero al hacerse el muro en 1961 la puerta quedó en una zona inaccesible para el este y el oeste. Hoy está accesible a todo el mundo y cualquiera puede atravesarla.
![]() Puerta de Brandemburgo |
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Obviamente que el Muro de Berlín fue derribado (1989), pero aún se conserva en varios sectores de la ciudad y es algo que está muy presente. Incluso hay líneas en la calle que muestran el recorrido que tenía. En muchas partes lo que antes representaba una de las peores consecuencias de la pos guerra para Alemania ahora es utilizado por los grafiteros para hacer arte. En toda Berlín hay mucho arte callejero, en especial de grafittis, pero en el muro tiene un significado muy especial. La imagen más famosa es la del beso en la boca entre Erich Honecker, de Alemania Oriental, y Leónidas Breznev, de Alemania Occidental.
Por la calle Friedrichstrasse se llega al Checkpoint Charlie, el antiguo punto de paso entre Berlín Este (URSS) y Oeste (EEUU). En la pequeña garita que hay en el medio se encuentran un soldado yanqui y otro soviético, cada uno con su bandera. Está claro que no son soldados en realidad, ni siquiera serán de esas nacionalidades, pero ayudan un poco a imaginar como se vivía y, lo más importante, a que la foto sea más interesante!
Cerca hay una exposición al aire libre junto a otro tramo conservado del muro. Allí hay varias fotos (algunas muy impresionantes). Este sitio está muy próximo al lugar donde estaba la organización y administración nazi.
Atravesando el gran parque Tiergarten y el zoo se llega a otro símbolo de Berlín, la iglesia Kaiserwilhelm-Gedachtniskirche. Está iglesia sufrió diversos ataques en la II GM, los daños en su nave principal aún se pueden observar, pero lo llamativo es el nuevo campanario que le hicieron, como un simbolismo que recuerdan lo que paso, pero hay que seguir adelante.
Dónde Dormir: paramos en 2 hostels distintos; Helter Skelter, Kalkscheunenstrasse 4-5, 14E con cocina! Baxpax, Skalitzer 104, 18E. Los dos estaban realmente bien, pero nos gusto un poco más el Helter.
ORANIENBURG: el horror de Sachsenhausen
Para conocer la historia alemana y mundial hay que visitar un campo de concentración. No es una paseo divertido, quizás uno no lo asocie a unas vacaciones, pero es un enorme pedazo de historia, de algo que paso hace apenas 80 años.
Desde Berlín hay que tomar el tren hasta Oranienburg (1.30hs aprox) y de ahí caminar unos 15 minutos. La entrada es gratuita, por lo que aprovechamos para pagar los 3E de audioguía, lo cual es 100% recomendable ya que te explican exactamente el funcionamiento de cada parte del campo y como era el día a día allí, incluso con testimonios de algunos sobrevivientes.
La reja de entrada tiene grabado “Arbeit macht frei”, que significa “el trabajo hace la libertad”. Esta inscripción está en todos los campos de concentración que se construyeron. La forma del recinto es triangular, para así controlar mejor a los prisioneros con una visión panoptica. En este campo llegaron a haber 200 mil personas, de las cuales murió más de la cuarta parte, una barbaridad. Lo extraño es que de las víctimas una parte falleció durante el periodo nazi y la otra cuando llegaron los soviéticos.
Algunos de los edificios que formaban el campo fueron destruidos, pero se puede ingresar a dos barracones, las celdas de castigo, la enfermería, la zona de los hornos crematorios, sala de autopsia y depósito de cadáveres.
Están expuestas algunas fotos y los trajes de los prisioneros, identificados con estrella amarilla los judíos y triangulo rosa los homosexuales.
Una experiencia extremadamente fuerte que te puede dejar atormentado durante algunos días.
POSTDAM: un pueblo encantador
A apenas unos minutos de tren de Berlín Postdam es un lugar lleno de palacios, la mayoría en la zona del parque Sanssouci. Este lugar fue elegido como tierra de caza por Guillermo I. Después del Edicto de Postdam en 1685 la ciudad recibió mucha inmigración Europea, en especial de Francia, Países Bajos y Rusia.
En la zona del Parque Sanssouci está el Palacio de la Orangerie, el Nuevo Palacio, Charlottenhof, la casa de té China y, por supuesto, el Palacio Sanssouci.
El centro comercial tiene calles peatonales con comercios, hay una pequeña villa rusa (Alexandrouka) y un barrio holandés, además de grandes parques, realmente hermoso. Un lugar imperdible si vas a esta parte de Alemania.
HAMBURGO: vamos de feria navideña
Hamburgo sigue siendo uno de los principales puertos de Alemania y de Europa. La entrada del río Else a la ciudad es acompañada por unos edificios de ladrillo a la vista muy similares a los de Puerto Madero (Buenos Aires) y Liverpool.
Es interesante el monumento a las víctimas de la II GM, que es en la iglesia de St. Nikolai, cuya nave principal fue destruida durante la guerra.
El lago Binnenalster, realmente muy bonito en el corazón de la ciudad, es otra de las visitas obligadas. Bordeándolo está el Rathaus, en medio de una zona de comercios.
Encontramos, de casualidad, una feria navideña. Había juegos, comidas típicas y en el centro una suerte de aldea con pinos y casas de madera, realmente precioso.
Dónde Dormir: Hostel Sleep Instant, Max-Brauer-Allee 277, 18,50E, de la estación de tren hay que tomar el metro, son 3 estaciones. No hay demasiada oferta de hostel en Hamburgo, al menos en esa época (2007).


-El arte callejero y la vida nocturna de Berlín.
-El castillo de Neuschwestein!
-El encanto de Postdam.
-Llegar a Munich en plena Oktoberfest!
-El legado que quedó de la 2da Guerra Mundial. El escolofrío que se siente al visitar un campo de concentración. Es algo feo, pero consideramos que es importante vivir la experiencia.