

Solamente pasamos un día en Bratislava, la capital eslovaca. Si bien es suficiente para recorrer la ciudad no lo es para decir que conocemos el país. Les dejamos nuestra experiencia en esta linda ciudad y las ganas de volver a recorrer bien el país.
BRATISLAVA: el pasado y el futuro separados por el Danubio
Desde Viena se puede ir y volver en el día ya que es sólo 1 hora de viaje (los trenes salen de la estación Sudbanhof).
Bratislava está atravesada por el Danubio, lo que hace que este dividida en dos, con la particularidad que de un lado está la parte antigua de la ciudad y del otro la zona más moderna.
La plaza principal del casco histórico tiene el Primatial Palace y el Rathaus (Ayuntamiento), con una bonita fachada de ventanas pintadas con los colores de la bandera eslovaca y una torre con tejas de colores. Detrás se encuentra la plaza principal.
Serpenteando por el casco histórico se llega a la puerta de St Michael, una referencia ineludible de la ciudad ya que su punta se ve desde casi todos lados.

Subiendo una colina está el castillo, que de fuera parece más una prisión que algo fastuoso. Desde allí hay una hermosa vista al Danubio y se observa perfectamente la parte moderna de Bratislava. El castillo es del siglo X y actualmente es sede del museo nacional.
Se puede descender pasando por el teatro nacional y recorrer el paseo arbolado que desemboca en el río. Cerca tendrán la Blue Church, una iglesia muy llamativa por ser totalmente azul, por fuera y por dentro.


-La hermosa plaza principal de Bratislava.
-Las callejuelas del casco histórico.
-La insólita Blue Church.
-No haber podido recorrer más del país. Habrá una próxima esperamos.